El acné es una afección inflamatoria que afecta a la unidad pilosebácea y a gran parte de la población, llegando hasta un porcentaje del 90% en los adolescentes. Las formas graves de acné pueden causar cicatrices y problemas de autoestima. Se cree que el aumento de la producción de sebo, los mediadores inflamatorios de la piel y la queratinización folicular de los conductos pilosebáceos contribuyen al desarrollo del acné. Otro factor muy estudiado es la colonización por Cutibacterium acnes (C. acnes) que también se reconoce en pacientes con acné, aunque su complejo papel en esta condición aún es objeto de estudio.
Como parte del creciente interés en la microbiota, se está comenzando a aclarar cómo los microorganismos participan en la salud de la piel y en sus condiciones patológicas. En este artículo nos centraremos en lo que se conoce ya sobre el papel de C. acnes en el acné y las últimas líneas de investigación en el uso de probióticos para mejorar esta condición cutánea.
- 1. C. acnes como parte de nuestra microbiota natural
C. acnes es el colonizador mayoritario de la unidad pilosebácea y representa hasta el 90% de la microbiota en sitios ricos en sebo como el cuero cabelludo, la cara, el pecho o la espalda. La presencia de C. acnes también varía con la edad. Esta especie es escasa en la piel en la infancia, pero aumenta gradualmente desde la pubertad hasta la edad adulta, aunque luego disminuye de nuevo a partir de los 50 años. En primera instancia, C. acnes se conoce principalmente como un colonizador beneficioso. Ayuda a mantener un pH bajo de la piel al liberar ácidos grasos libres y bloquea la colonización de la piel por especies patógenas como Staphylococcus aureus y Streptococcus. Entonces, ¿por qué puede ser perjudicial para la salud cutánea y cual es su papel en el acné?
Podríamos pensar que el exceso de colonización por C. acnes podría ser un factor importante en la patogénesis del acné, pero no es así. No se trata de la cantidad, sino del tipo de cepa. Estudios recientes sugieren que C. acnes actúa como patógeno o no según el tipo de cepa y su material genético, que le confiere unas características diferentes. Algunas diferencias identificadas en las cepas relacionadas con el acné es que estos microorganismos generan más porfirina, una sustancia que genera especies reactivas de oxígeno (ROS) y puede provocar inflamación en los queratinocitos.
Se han propuesto varios mecanismos por los cuales C. acnes agrava o provoca el acné, incluido el aumento de la lipogénesis, la formación de comedones* e inflamación del huésped. Otra característica patológica de C. acnes es la formación de biopelículas, que forman un microambiente y confiere resistencia frente a los agentes antibacterianos y a las células de nuestro sistema inmune.
2. Probióticos en el tratamiento del acné
Si bien es verdad que la aplicación tópica de probióticos compuestos por géneros como Staphylococcus epidermidis, Lactococcus, Lactobacillus y Streptococcus, o fermentos de los mismos, han mostrado efectos beneficiosos para el tratamiento del acné al producir sustancias antimicrobianas que actúan contra C. Acnes, aún se necesita más investigación en este campo.
Sin embargo, la modulación del microbioma intestinal a través de probióticos orales también se ha estudiado en pacientes con acné. El microbioma intestinal afecta indirectamente a la piel, ya que puede influir en la inflamación sistémica, el estrés oxidativo y el contenido de lípidos tisulares. Lactobacillus acidophilus y Lactobacillus rhamnosus tomados como suplementos orales han demostrado mejorar significativamente la apariencia del acné, así como mejorar el efecto de los tratamientos convencionales.
Sin duda alguna, conforme aumente el conocimiento de nuestra microbiota y su papel en ciertas condiciones o enfermedades se abrirá la puerta a nuevos tratamientos basados en probióticos y prebióticos, mejorando así los tratamientos de los que disponemos actualmente.
*Comedones: protuberancias pequeñas, blancas, oscuras o de color carne que dan a la piel una textura áspera.
Bibliografía
- Lee, Y. B., Byun, E. J., & Kim, H. S. (2019). Potential Role of the Microbiome in Acne: A Comprehensive Review. Journal of clinical medicine, 8(7), 987. https://doi.org/10.3390/jcm8070987
- Puebla-Barragan, S., & Reid, G. (2021). Probiotics in cosmetic and personal care products: Trends and challenges. Molecules, 26(5), 1249.