Muchos prebióticos son azúcares, como es el caso de la inulina, un azúcar polisacárido que se extrae naturalmente de las raíces y rizomas de plantas como la achicoria y la alcachofa.
Funciona como un prebiótico en el microbioma de la piel, lo que significa que es un nutriente que alimenta y promueve el crecimiento de las bacterias, presentes de forma natural en la piel. Al hacerlo, forma una película protectora antimicrobiana en la superficie de la piel para proteger la diversidad de la microbiota cutánea. También hay estudios que sugieren que puede hasta incrementar la diversidad de bacterias beneficiosas, mejorando así el microbioma.
Los beneficios adicionales de la inulina incluyen hidratar y suavizar la piel, así como propiedades antioxidantes y la capacidad de mejorar la proliferación de fibroblastos, las células que producen colágeno. También se utiliza como estabilizador en algunas fórmulas cosméticas.
El departamento técnico de FarmaQuímica Sur ha preparado una completa infografía sobre las propiedades de la inulina.
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