En los últimos años la concienciación sobre la necesidad de proteger nuestros océanos y reducir la contaminación ha ido en aumento. Se estima que la industria cosmética genera millones de toneladas de vertidos al mar, sobre todo debido al uso de plásticos y microplásticos.
Numerosos productos cosméticos contienen microplásticos para diversas funciones como exfoliación y limpieza de la piel (microperlas), control de la opacidad, suavidad y sensación sedosa, iluminación de la piel y control de la viscosidad de la formulación. El activismo de la sociedad y la evidencia científica ha llevado a la legislación de varios países, incluyendo la Unión Europea, a regular o prohibir su uso con el objetivo de proteger el ecosistema marino y la salud del consumidor (1).
La tendencia blue beauty no solo se basa en la reducción del uso de plásticos en los envases cosméticos y una producción sostenible, sino que también incluye en sus formulaciones ingredientes de origen marino. Con el compromiso de reducir los niveles de vertidos de otro tipo de productos químicos, esta tendencia aboga por incluir sustancias cuyo origen es el propio océano. De esta forma, el uso de productos cosméticos como cremas solares, por ejemplo, sería mucho más respetuoso con el ecosistema marino puesto que una gran parte de sus ingredientes provendrían del mismo.
En cuanto a las principales fuentes de sustancias cosméticas que irían acorde con la tendencia blue beauty, encontramos las algas marinas. En los últimos años muchas investigaciones científicas han puesto el foco en numerosas especies de macroalgas, microalgas y plantas halófilas para formular productos, debido a sus propiedades variadas (hidratantes, antiedad, adelgazantes, etc.) (2).
La Espirulina, por ejemplo, se destaca como una microalga bioactiva sostenible con propiedades beneficiosas para la salud y un importante ingrediente activo de los productos de cosmética natural. Actualmente, la espirulina se ha incorporado en formulaciones tópicas parael cuidado de la piel, como un agente hidratante, antiarrugas, antienvejecimiento y antiacné (3). El uso del alga Chlorella también está muy extendido en todo el mundo como suplemento dietético. Los productos de Chlorella contienen numerosos nutrientes y vitaminas, incluidas la vitamina D y B12, y se le atribuyen numerosas propiedades beneficiosas para la salud como un efecto antihipertensivo y antioxidante (4).
Otras sustancias derivadas del ecosistema marino destacables son la astaxantina y el chitosan.
Referencias
1.Anagnosti, L., Varvaresou, A., Pavlou, P., Protopapa, E., & Carayanni, V. (2021). Worldwide actions against plastic pollution from microbeads and microplastics in cosmetics focusing on European policies. Has the issue been handled effectively?. Marine Pollution Bulletin, 162, 111883.
2.Couteau, C., & Coiffard, L. (2020). Phycocosmetics and Other Marine Cosmetics, Specific Cosmetics Formulated Using Marine Resources. Marine drugs, 18(6), 322.
3.Ragusa, I., Nardone, G. N., Zanatta, S., Bertin, W., & Amadio, E. (2021). Spirulina forSkin Care: A Bright Blue Future. Cosmetics, 8(1), 7.
4.Bito, T., Okumura, E., Fujishima, M., & Watanabe, F. (2020). Potential of Chlorella as a Dietary Supplement to Promote Human Health. Nutrients, 12(9), 2524