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La luz azul es luz visible emitida entre las longitudes de onda de 400 a 500 nm. La principal fuente de luz azul es la luz solar, pero las pantallas digitales, los diodos emisores de luz (LED) y la iluminación fluorescente también son fuente de este tipo de radiación. La preocupación sobre los efectos negativos de la luz azul en la piel ha aumentado rápidamente en la última década, y sobre todo en el último año debido a que la situación actual ha hecho que pasemos más horas frente a pantallas digitales.

Se ha demostrado que la luz azul genera especies reactivas de oxígeno (ROS) e inducen daño oxidativo en la piel, similar al que produce la radiación UV. Debido a la longitud de onda más larga y la menor energía de la luz azul en comparación con la luz ultravioleta, la luz azul puede penetrar más profundamente en capas de la piel, induciendo disfunción celular y daño al ADN. Esto puede provocar un fotoenvejecimiento prematuro y afecciones inflamatorias de la piel.

Se cree que el estrés oxidativo en los precursores melanogénicos conduce también a hiperpigmentación. Sin embargo, solo las personas con tipos de piel más oscuros responden y presentan hiperpigmentación ante la exposición a este tipo de luz. A diferencia de los daños que produce la luz ultravioleta, los mecanismos implicados en el daño producido por la luz azul aún se desconocen en gran medida.

El mecanismo de la pigmentación inducida por la luz azul involucra opsinas, un grupo de proteínas fotosensibles en la epidermis, que pueden detectar la radiación y producir pigmentación.

Por este motivo, son cada vez más los cosméticos que incluyen filtros protectores contra la luz azul, que son fundamentalmente filtros solares contra luz UVA y UVB de alto espectro de acción. Además, se recomienda el uso de ingredientes antioxidantes y que ayuden a combatir la pigmentación. En la literatura encontramos algunos ingredientes que pueden ayudarnos a combatir sus efectos:

          Extracto de polipodio: previene el fotoenvejecimiento temprano y mantiene la homeostasis de la piel. En cuanto a la pigmentación, se ha visto que es eficaz por varios mecanismos de acción: modulación de la vía de señalización melanogénica e inhibición de la fotooxidación de los precursores de melanina y reducción de la expresión de opsinas.

          Luteína: actúa como un filtro protector que absorbe la luz azul. Se ha visto en experimentos in vivo que una dieta rica en luteína conduce a niveles más altos de luteína en la piel, lo que también se asocia con una reducción en la cantidad de especies reactivas de oxígeno en la piel tras la exposición a la luz azul.

          Niacinamida: al igual que otros compuestos que son eficaces para tratar hiperpigmentaciones, la niacinamida resulta eficaz para prevenir el oscurecimiento de la piel producido por esta radiación.

Referencias      

1.       Christensen, T., Johnsen, B. J., & Bruzell, E. M. (2021). Violet-blue light exposure of the skin: is there need for protection?. Photochemical & Photobiological Sciences, 20(5), 615-625.

2.       Kijlstra, A., Tian, Y., Kelly, E. R., & Berendschot, T. T. (2012). Lutein: more than just a filter for blue light. Progress in retinal and eye research, 31(4), 303-315.

3.       Portillo, M., Mataix, M., Alonso-Juarranz, M., Lorrio, S., Villalba, M., Rodríguez-Luna, A., & González, S. (2021). The Aqueous Extract of Polypodium leucotomos (Fernblock®) Regulates Opsin 3 and Prevents Photooxidation of Melanin Precursors on Skin Cells Exposed to Blue Light Emitted from Digital Devices. Antioxidants 2021, 10, 400.